Applevile es reinado por el rey del Castillo de Fruitanga, aunque el Barón
tiene sus propias ideas en cómo liderar a su pueblo. Intenta matar a Andy y
escapa a un castillo en ruinas, intentando invocar demonios. Los ciudadanos de Appleville
están hartos de su tiranía y no pueden esperar a ver al Barón fuera para siempre.